“Katrina Mayer y los 10 años de Ni Una Menos: ‘En Río Tercero también pasa’”

En el marco del aniversario de Ni Una Menos, la activista Katrina Mayer reflexiona sobre una década de movilización en Río Tercero, el impacto del trabajo comunitario y los desafíos actuales ante el retroceso en políticas públicas.

ActualidadAyer Mario Pablo Lopez

En una entrevista exclusiva con Ríoterceroenlínea.com.ar , Katrina Mayer, activista feminista y referente de la Asociación Civil Comunicando Igualdad, compartió su mirada sobre los 10 años del movimiento Ni Una Menos y cómo esa lucha se vive y se resignifica en Río Tercero. En el marco de una jornada conmemorativa, conversamos sobre los avances, las deudas pendientes y el rol de las instituciones locales frente a una problemática que sigue siendo urgente y profundamente arraigada en nuestra sociedad.

Un grito que se volvió bandera

"Ni una menos no es solo una consigna. Es un grito sentido y profundo", expresa Katrina, referente local de la Asociación Civil Comunicando Igualdad, al recordar cómo hace 10 años la lucha contra la violencia machista explotó en Argentina. La efeméride, surgida tras el femicidio de Chiara Páez, encontró eco en ciudades como Río Tercero, donde el caso de Silvia Frías marcó profundamente a la comunidad.

"Esta lucha es mucho más vieja que nosotras. Viene de nuestras madres, nuestras abuelas, que fueron encontrando formas de ponerle palabra a lo que vivían", señala Katrina. Y enfatiza que el femicidio es solo la expresión más extrema de una violencia sistemática que se da en todos los entornos: familiares, escolares, comunitarios. “Por eso hay que hablarlo en cada mesa, en cada escuela, en cada centro vecinal”.

La violencia también habita en Río Tercero

Desde la asociación que lidera, Mayer promueve una mesa de trabajo intersectorial contra la violencia de género. "Es muy fácil ver la tele y pensar que esto pasa en otro lado, pero en Río Tercero también pasa", advierte. Según datos brindados por profesionales del ámbito judicial, más del 50% de las denuncias penales están relacionadas con violencia familiar o de género.

La participación institucional existe, pero el miedo o el recelo de parte de la ciudadanía sigue siendo un obstáculo. "No todos se acercan a una marcha. Por eso proponemos otras actividades: cine-debate, obras de teatro, charlas", cuenta Katrina. Además, destacan la importancia del rol educativo. "La ESI no es ideología, son pilares básicos como el respeto, el cuidado del cuerpo y de los demás. Y eso se tiene que hablar en todos lados", remarca.

Entre el retroceso político y la resistencia social

Consultada por las declaraciones negacionistas de funcionarios nacionales sobre la violencia de género, Katrina fue clara: “Nos genera dolor y rabia. No solo son ideas distintas, son mentiras anticientíficas. Relacionar la homosexualidad con la pederastia, por ejemplo, ya ha sido desmentido”.

Lamenta especialmente el desmantelamiento de políticas públicas como el programa Acompañar, que asistía económicamente a mujeres en situación de violencia. “Las consecuencias se ven todos los días. Las mujeres quieren irse, pero no pueden, no tienen ingresos, tienen hijos a cargo”, señala. Sin embargo, rescata el valor del trabajo local: “A pesar del retroceso nacional, hoy en Río Tercero tenemos esta mesa intersectorial. Eso no se deshace. La esperanza se mantiene en pie desde abajo, con trabajo de hormiga”.

La entrevista con rioterceroenlinea.com.ar

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